25 de julio 2024. Glencoe Valley o Valle de las lágrimas

 

Dormimos en un apartadero de la A82, a la orilla del popular Loch Lomond, en el PN Trossach. El lugar es tranquilo pero la cercanía de la carretera lo hace algo ruidoso. Hay una pequeña pero preciosa playa donde Hiru disfruta jugando.

La acampada libre es muy común y está permitida en toda Escocia, pero para montar tiendas de campaña en los PN hay que solicitar antes permiso.

Cogemos ruta al norte para adentrarnos en una de las Roadtrips más fascinantes de Escocia, El Glencoe Valley o valle de las lágrimas. Antes, en una parada por obras, un salvaje que viene de frente nos arranca el espejo retrovisor y ni se para…. Menos mal que Gemma con sus manitas, consigue repararlo. También cargamos agua en un parada con servicios públicos. El agua es directamente del riachuelo y no está purificada. A pesar de estar rodeadas de agua en ríos y lagos, no hay muchos puntos donde cargar agua… vamos a tener que recurrir a la garrafa directamente del lago.

Antes de llegar a Glencoe paramos cerca del Ranooch Moor viewpoint para ver los increíbles cenagales que cubre el valle. El lugar es asombroso y nos fascina su belleza.

La llegada a Glencoe hace que nuestra excitación aumente. El lugar merece su fama… Un valle rodeado de montañas de no muy elevada altitud pero sin árboles y con una cubierta de brillante verde espesura por las que discurren multitud de regueros de agua…. De ahí imaginamos que le viene el nombre de Valle de las lágrimas… Parece paisaje de alta montaña, sin serlo, pero esta zona seguro que en invierno está cubierta de nieve.

Hay agua por todas partes, los riachuelos que adornan las montañas confluyen en ríos más caudalosos que o bien acaban directamente en lagos o se unen a otros ríos mayores que acaban también confluyendo en lagos… por esa increíble espesura verde, por la que apetece tirarse rodando, no se puede ni pisar, ya que debajo es un cenagal… Que se lo digan a Hiru que sí que la pisa y vuelve a la furgo con las patas negras hasta la rodilla.

Comemos un estupendo salmón escocés a la orilla de uno de estos ríos y nos vamos a hacer un trecking por el Hidden Valley de las Three sisters. Es un trecking muy popular en el que se encuentra procesión de gente, pero el ascenso es bonito, por un valle que, como su nombre indica, está escondido y no es posible verlo desde la carretera… Discurre entre dos de las montañas que forman las three sisters y es una pequeña grieta por la que discurre un río y que crea una profunda cicatriz en el terreno. 

El ascenso es agradable, pero en un momento dado hay que cruzar el río y la cosa se complica… Nos unimos a un matrimonio de españoles que nos echa una mano, pero la perra lo pasa mal… el río es muy caudaloso y está formado de pequeñas cascadas sobre piedras resbaladizas. Finalmente, conseguimos pasar sin mojarnos los pies, pero a los pocos metros de descenso, tenemos que cruzarlo de nuevo y esta vez yo me descalzo directamente para cruzarlo andando… que fría está el agua XD!!!!! Gemma es más hábil y consigue cruzarlo de nuevo sin mojarse.

A la bajada buscamos un lugar discreto donde ducharnos y descansar y nos adentramos en el Valle de Etive (o valle de los ciervos) que mañana nos ofrecerá más que agradables sorpresas… pero eso será mañana….