26 de julio 2024. Etive Valley o Valle de los ciervos

 

Asombrosamente dormimos más de 10h. Eso es casi un milagro para mí, que la mayor parte de los días no paso de 6…. Además, casi del tirón y descansando profundamente… qué bien se está de vacaciones XD! 



Desayunamos, recogemos, y en lugar de salir de nuevo a Glencoe, nos adentramos más en Etive valley (sin saber todavía ni dónde estábamos ni a dónde conducía esta estrecha carretera). El valle es alucinante, nos flipa este paisaje, la verdad. 






Estamos extasiadas y buscamos un lugar donde caminar un rato con Hiru. Paramos en lo que parece un parking para coches que hacen rutas y cogemos el camino que de él parte, que en realidad es un camino amplio que parece que conduce a unas granjas que se ubican a la orilla del río. Cuál es nuestra sorpresa cuando vemos que de ese amplio camino sale una pequeña senda muy bien cuidada que parece que asciende por los montes de enfrente, así que por ahí que nos metemos, comenzando a disfrutar de uno de los más hermosos treckings que hemos hecho. 



Es una senda zigzagueante que asciende paralela a un río de montaña sobre lecho de piedras blancas y grandes láminas con dibujos marrones que parecen esculturas. Poco a poco se va adentrando en un valle que se ensancha formando una falla coronada por una picuda montaña. El paisaje es de ensueño y en todo el trayecto (3h) únicamente nos cruzamos con un pareja, así que la perra puede ir suelta todo el rato.























El trecking nos ha fascinado y bajamos exultantes, pero aquí no acababan las buenas sorpresas del día… ya en el ancho camino, comenzamos a ver huellas de ciervo que no habíamos visto al subir. Decidimos ir calladas a ver si los vemos, y vaya que si lo vemos! Un precioso ejemplar de macho joven nos espera en un recoveco del camino y, como de costumbre, es Hiru la que nos lo hace ver. Nuestra sorpresa es que el macho no le tiene miedo y le planta cara… tanto que casi nos da miedo. La atamos y para mi sorpresa me deja acercarme hasta 4-5 metros y se queda un buen rato observándonos y mostrándonos todo su hermoso potencial. Está claro que están muy acostumbrados al turismo porque hasta a pastar se pone mientras le fotografiamos.





Precioso colofón a tan increíble trecking.

Ya abajo decidimos buscar un lugar tranquilo donde comer. Hoy toca corderito de la tierra, así que hay que buscar un lugar que no desmerezca semejante manjar, y lo encontramos…




Comemos corderito con pimientos y las conocidas beans inglesas... allá dónde fueres....


Hemos llegado al final del camino que concluye en el embarcadero del Loch Etive. Pensábamos que la carretera llegaría al otro lado del valle, pero no, aquí termina.

Disfrutamos de las estupendas chuletas de cordero acompañadas por nuestro Albariño, en un paraje de ensueño.

Recogemos y nos vamos camino de Fort Williams, nuestra siguiente parada. La A82 en este tramo va paralela al Fiordo de Linnhe, que los locales llaman Loch Linnhe, aunque en realidad es un largo entrante de mar.



 El pueblo de Fort Williams es básicamente una larga calle comercial, pero tiene mucho encanto, la verdad. A pesar de ser muy turístico, conserva el clásico estilo británico. 







 Para concluir tan fantástico día nos damos nuestro primer homenaje gastronómico a base de "seafood" y la verdad que nos sorprende la denostada gastronomía inglesa...




De despedida disfrutamos de un precioso anochecer, siempre tardío por estos lares...



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