9 de agosto 2024. Carretera y manta....

 

Hoy toca carretera y manta… Aunque el pase por el Eurotunel a Francia lo tenemos reservado para mañana a las 6.30 de la tarde, decidimos ir bajando poco a poco por lo que pueda pasar….

Antes de salir a la autopista paramos a hacer algo de trecking con Hiru en una rutita cercana que encontramos con Wikilok. Es una ruta que se supone que lleva a un castillo colgado en el acantilado. 

Para acceder a la ruta hay que atravesar varias vallas de ganado, tal y como nos ha pasado en otros treckings, pero en este hay un cartel que nos deja especialmente “acongojadas”…

Básicamente dice que si ven a tú perro entre el ganado le podrán disparar y estarán protegidos por ley….  Entre esto y los 50000 euros de multa que te ponen si tu perro mata a una oveja, te disuaden por completo de llevar a tú perro suelto… Como ya he dicho anteriormente, me parece una perfecta forma de proteger al ganado y de favorecer la convivencia entre turismo y ganadería que tan complicada resulta en otras partes del mundo…

El tiempo empeora mucho de repente (qué raro!) y decidimos volver antes de acabar la ruta porque parece que va a empezar a jarrear… luego no cae ni una gota, en fin…

El viaje por las carreteras inglesas se hace bastante tedioso porque hay muchísimo tráfico y las autopistas no son buenas, lo único bueno es que la mayoría no son de peaje. Muchas zonas no tienen arcén y hay cruces permitidos de un lado a otro de la autopista por carreteras secundarias, que nos parecen peligrosísimos..

Decidimos parar a dormir a unas dos horas de Folkstone, de donde parte el Eurotunel. Es Gemma esta vez la que busca en el park4nigh y encuentra el que será uno de los mejores lugares de pernocta de este viaje…

El parking donde dejamos la furgo no tiene nada de especial, ya que es un aparcamiento al final de una estrecha carretera donde hay muchísimos coches aparcados cuando llegamos, que se van yendo en poco rato. Sin embargo, la reserva natural a la que da acceso este parking es simplemente, espectacular.

Llegamos al atardecer y la luz comienza a caer, pero aún nos da tiempo a darnos un paseo con Hiru por uno de los múltiples caminos que salen del parking. Lo que no sabemos es la sorpresa que nos depara...

Luego leemos que se trata de una zona reforestada, en la que convirtieron unas antiguas graveras en lagos, creando un ecosistema propio que nos deja impresionadas… El bosque que circunda los lagos es denso y con zonas de grandes árboles, pero lo que más nos impresiona es la enorme densidad de aves que hay en los lagos … nunca hemos visto algo así, parece un parque temático!

A pesar del duro día de conducción, después de disfrutar de tan magnífico atardecer, descansamos tranquilas y en paz.