Gemma y Delia en Escocia

 A las 11 parte el ferry de Bilbao rumbo Roslaire, en Irlanda. Son 28 horas de ferry que nosotras prevemos muy felices tras la experiencia del año pasado cruzando a Italia y a Grecia, pero no contamos con que esto es el Atlántico y no el pacífico Mediterráneo...  En la cola del ferry conocemos a Edu, un andaluz muy sociable con el que entablamos una agradable conversación mientras nuestras perras también sociabilizan. En el ferry nosotras vamos en un camarote que permite llevar a la mascota dentro. Él ha reservado un sillón y la perra va en una jaula en el exterior. A las pocas horas de partir nos lo encontramos y el pobre está pálido como una puerta, se ha puesto malísimo y eso que se ha hinchado a  biodraminas...   Tan mal le han visto, que los de la tripulación le han cedido un camarote de forma gratuita.  El tiempo está apacible, aún así, el atlántico muestra su fuerza y el ferry se bandea de lado a lado, haciendo el viaje, como poco, incómodo.  Nosotras pasamos la mayor parte del

 Madrugamos, pues toca coger el ferry a las 7.30 y tenemos que estar en el embarcadero a las 6. Hemos dormido bien, con el fresquito nocturno y la tranquilidad del lugar, pero ha sido algo escaso...  El ferry es mucho más pequeño que el de Brittany Ferry, pero aún cabe un buen montón de coches y camiones. La travesía se presupone de menos de 3 horas, pero al final nos cuesta casi 9.... Ha habido un accidente en el embarcadero de Cairnryan y no nos dejan atracar, así que pasamos 6 horas en la entrada del puerto dando vueltas hasta que por fin solucionan el problema y nos dan permiso.    En el barco, preguntamos dónde podemos estar con el perro y nos dicen que lo podemos dejar en el coche o subirlo arriba, así subimos con Hiru. Nos pasamos la primera 1.5h dando vueltas con la perra por cubierta. Hace un día maravilloso y la travesía, esta vez si, es muy agradable. Entramos al barco con la perra para tomar un café y la cara de la camarera cuando le preguntamos si podemos entrar con la per

 Hoy tocaba hacer algo de senderismo por Galloway NP por la mañana y visitar Glasgow el resto del día, pero nuestros planes se verán truncados... Nos despertamos con mucha paz, en el corazón del PN de Galloway. Como dice mi amiga Carmen, el silencio se podía oír...  El lugar es paradisíaco y en esta zona del parque hay muy poca gente. Yo paseo alrededor del Lili's loch mientras Gemma se quita la pereza.  Tras un suculento y relajado desayuno nos vamos por una de esas típicas carreteras escocesas de un solo carril, donde escasamente entra un coche, buscando el Loch Trool.  El dichoso Google Maps nos hace una de las suyas y se empeña en llevarnos por caminos privados con hermosas señales de prohibido, así que nos toca deshacer el camino andado y volver atrás buscando un nuevo acceso. Como se nos hace tarde, decidimos parar cerca de otro lago que vemos en el mapa para dar un paseo con Hiru. Cual es nuestra sorpresa cuando después de llegar al lago, nos damos cuenta que estamos en el m

  Dormimos en un apartadero de la A82, a la orilla del popular Loch Lomond, en el PN Trossach. El lugar es tranquilo pero la cercanía de la carretera lo hace algo ruidoso. Hay una pequeña pero preciosa playa donde Hiru disfruta jugando. La acampada libre es muy común y está permitida en toda Escocia, pero para montar tiendas de campaña en los PN hay que solicitar antes permiso. Cogemos ruta al norte para adentrarnos en una de las Roadtrips más fascinantes de Escocia, El Glencoe Valley o valle de las lágrimas. Antes, en una parada por obras, un salvaje que viene de frente nos arranca el espejo retrovisor y ni se para…. Menos mal que Gemma con sus manitas, consigue repararlo. También cargamos agua en un parada con servicios públicos. El agua es directamente del riachuelo y no está purificada. A pesar de estar rodeadas de agua en ríos y lagos, no hay muchos puntos donde cargar agua… vamos a tener que recurrir a la garrafa directamente del lago. Antes de llegar a Glencoe paramos ce